Si quieres disponer de un buen plan, no puedes delegar su realización.
Si no dispones de un buen plan mejor no te juegues tu dinero.
Entender el negocio, definir cómo generaremos valor y porqué nos pagaran nuestros clientes, qué actividades realizar y cuales no, cuantificar los elementos financieros y los puntos críticos.
En fin, planificar cuándo realizaremos qué actividades y quién será el responsable.
Y no olvidemos determinar cómo controlaremos los resultados y recompensaremos por los éxitos.